Por Álvaro Conrado Pérez Aquino
Raúl Castro Russ, Presidente constitucional de la isla de Cuba, subió la semana pasada a la máxima tribuna en la sede de las Naciones Unidas y ante los micrófonos de la comunidad mundial, con accionar lento y precavido, entre la algarabía de los aplausos de la mayoría de los representantes de las naciones, preparando su voz temblorosa por la emoción y los nervios, inició su discurso con algo que ha sido repetitivo desde hace ya muchos años, el reclamo del cese al bloqueo financiero, comercial y económico de parte de los Estados Unidos hacia la Isla.
Este reclamo, primeramente, lo vino haciendo Fidel Castro Russ desde cuándo era presidente y ahora su hermano lo ha continuado, hasta con mayor insistencia y endurecimiento del acento, desde que se reiniciaron las pláticas para la reanudación de relaciones diplomáticas entre ambas naciones.
La voz de Raúl Castro se tornó fuerte y el tono más duro ahora arropado por la comunidad de naciones, por las opiniones en contra del boqueo a lo que Estados Unidos llama Embargo, e instó para que se devuelva inclusive, antes que nada y a la mayor brevedad posible, el territorio ocupado por los Americanos en Guantánamo, donde actualmente se encuentra toda una fortaleza penitenciaria, y el ejército desplegado también como base militar, o satélite espía Americano.
Es decir, Cuba va por todo y en definitiva, pues se entiende que no podría ser de otra forma, y cómo no aprovechar por el mandatario cubano la oportunidad del reclamo, donde el eco tendrá repercusión en todo el mundo, únicamente que también ese reclamo se torna añejo y desvencijado, por edad de su inicio y porque no ha tenido, hasta hoy, respuesta favorable, quiero decir, que las naciones se mantendrán expectantes en torno a ello, pues declaraciones importantes a este respecto, no fueron vertidas o por lo menos publicadas a ocho columnas.
Los Castro, ambos pasaran, sí, a la historia, el primero por haber iniciado la guerra armada, echar de Cuba a los Americanos, Ingleses y Franceses y mantener la resistencia; el otro, porque tal vez verá culminada esa lucha, esa resistencia, luego de varias generaciones, luego de más de medio siglo de embargo y marginación de Cuba en el ámbito internacional, de falta de oportunidades de desarrollo tecnológico y económico, más que el logrado, mientras la antigua Unión Soviética le pudo brindar en los tiempos de la guerra fría.
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