Foto: Especial
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En su edición 2016, la Noche de estrellas reunió a más de 15 mil asistentes, quienes acudieron a las instalaciones de Ciudad Universitaria (CU) de la BUAP a observar en alguno de los más de 100 telescopios que se instalaron, los 18 cuerpos celestes.

Entre ellos la nebulosa de Orión, las Pléyades, la galaxia Andrómeda y la Luna, todo ello gracias a la tradicional Noche de las Estrellas de la BUAP.

Tras dar la bienvenida a los asistentes, el rector Alfonso Esparza Ortiz celebró esta tradición con la que los más de mil organizadores: escolares, universitarios y académicos del más alto nivel, de la BUAP y externos, buscan acercar a los ajenos a la ciencia los eventos naturales más sorprendentes.

“Sin duda alguna este tipo de eventos une a las familias, promueve la convivencia y fortalece la vinculación de la Universidad con toda la sociedad. El propósito es destacar la belleza de la naturaleza y ampliar el acceso de las personas a la observación astronómica”, comentó el rector, previo a su recorrido.

Además, bajo el lema “Menos focos más estrellas, en busca del cielo perdido” se realizaron diferentes presentaciones artísticas y 75 talleres de divulgación científica.

60 conferencias

Los auditorios del Instituto de Física, así como de las facultades de Ciencias de la Electrónica, Ciencias Físico Matemáticas y Ciencias Químicas, fueron sede de 60 conferencias que iniciaron en punto de las 6:00 de la tarde. Gran parte de los telescopios instalados fueron construidos por escolares y universitarios, a través del programa “Del Aula al Universo”.

La jornada astronómica ha evolucionado durante los últimos años, la cual comenzó en los talleres que hace ya más de dos décadas iniciaron los divulgadores de la BUAP, en los que incluso Esparza Ortiz, hace trece años, construyó su propio telescopio.

Las sesiones nocturnas de observación de ese entonces, en las que sólo participaban un par de cientos, pasaron a convertirse en una fiesta del conocimiento científico, ahora con más de 15 mil asistentes.

Venus y Marte, los primeros

La observación inició en punto de las 7:00 de la noche para ver –después de la puesta de Sol- la Luna en cuarto creciente y los planetas Venus y Marte. Más tarde, el siguiente invitado de la noche fue la estrella doble Albireo, en la constelación del Cisne, constituida por una estrella azul y una amarilla, la cual fue visible por poco tiempo a 35 grados sobre el horizonte oeste.

Los asistentes a esta fiesta astronómica también observaron el cúmulo Doble en la constelación de Perseo, la galaxia de Andrómeda, las constelaciones de Orión y Can Mayor, además de los cúmulos abiertos de las Pléyades M45, en Tauro; M36 y M37, en la constelación de Auriga, y de La Libélula, en la constelación Casiopea.

Por su brillantez, a simple vista destacaron en el cielo occidental: Vega, en la constelación de la Lira; Deneb, en la constelación del Cisne y Altair, en la constelación del Águila. Al sur, cerca de Marte, la estrella Fomalhaut en el pez Austral y Capella de la constelación Auriga. Al noreste, Aldebaraìn, en Tauro. Al este, Betelgueuse y Rigel, de Orioìn; así como Sirio, en el Can Mayor, la estrella más brillante del firmamento.

De manera paralela a Ciudad Universitaria, en el estado se instalaron sedes en San Andrés Cholula, Tepeaca, Atlixco, Ciudad Serdán, Tepetzala, Tlatlauquitepec, Tepango, Zacapoaxtla y Tianguismanalco, entre otras. En el país fueron 91 sedes distribuidas en las ciudades más importantes –de éstas 13 son en el estado de Puebla.

Un proyecto educacional

Los 100 telescopios instalados forman parte del programa “Del Aula al Universo, un telescopio para cada escuela”, el cual se inauguró oficialmente en diciembre de 2011 y está a cargo de los doctores Alberto Cordero Dávila y Rogelio Cruz Reyes, ambos de la FCFM, así como de personal del Instituto Nacional de Astrofísica Óptica y Electrónica (Inaoe), cuyo objetivo es orientar la vocación científica en estudiantes de secundaria y preparatoria.

A la fecha, el programa abarca ocho estados: Morelos, Sonora, Querétaro, Aguascalientes, Tlaxcala, Oaxaca, Quintana Roo y Puebla, e inicia aproximadamente en octubre y concluye en mayo, periodo en el que los estudiantes construyen su telescopio y reciben capacitación por parte de los alumnos de la FCFM de la BUAP. Un caso a destacar, es la construcción de 12 telescopios en una comunidad mixteca en Tehuacán, con niños de primaria.

Con el tiempo,  el programa se ha convertido en un proyecto educacional, pues sus buenos resultados permitieron impulsar trabajos con profesores, a quienes se les enseña cómo dar una clase de ciencia de manera diferente, a la vez de medir el aprendizaje de los alumnos.