El exgobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina de la Cruz, abandonó el penal de Topo Chico, en Monterrey, tras 19 horas de arraigo; el exmandatario enfrenta un proceso por los delitos de desviación de fondos públicos y daño patrimonial.
El 26 de enero, al término de su audiencia, el juez Miguel Ángel Eufracio sentenció prisión preventiva para Medina de la Cruz, por encontrarse vinculado a los mencionados delitos.
A pesar de lo anterior, un juez federal fue quien dictaminó la liberación del exgobernador y dejó sin efecto legal la orden de prisión preventiva, al encontrar irregularidades judiciales en un juicio de amparo.
También determinó que los delitos a los que se vincula al exgobernador no son merecimiento de prisión preventiva.
Al salir del centro penitenciario, Medina de la Cruz expresó: “El día de hoy pasamos un tiempo en el Penal del Topo Chico de manera injusta e indebida. No debimos de haber estado ni un minuto aquí nuestras garantías y nuestros derechos fueron violados”.
Deberá volver a los juzgados tantas veces se requiera
La liberación del exmandatario no lo declara inocente y tendrá que comparecer ante las autoridades federales cuantas veces sea requerido.
Al igual que Medina de la Cruz, serán llamados a comparecer su esposa, Gretta Salinas, y su padre, Humberto Medina Ainslié.
Fuente: Excélsior