Las mediciones hechas por el observatorio HAWC, ubicado en Puebla, indican que la materia negra es una de las posibles respuestas al origen de los positrones, lo que reforzaría la teoría de que existe materia no observable con instrumentos convencionales.
Lo anterior será publicado este viernes 17 de noviembre, a través de la revista Science, gracias a la colaboración de instituciones científicas de Estados Unidos y México, entre las que se encuentra la BUAP.
Alberto Carramiñana Alonso, astrofísico del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (Inaoe) y miembro del equipo científico del observatorio HAWC (High Altitude Water Cherenkov, por sus siglas en inglés), ubicado en el estado de Puebla, aporta pruebas contundentes para esclarecer el misterio.
El éxito de estos resultados se debe a que los instrumentos para detectar los índices de positrones de dicha instancia son únicos en el mundo, gracias a la colaboración entre instituciones científicas de Estados Unidos y México.
En el 2008 se creía que el alto número de positrones que llegaba a nuestro planeta desde el espacio provenía de dos pulsares: Geminga y PSR B0656+14, ambos ubicados a aproximadamente 800 años luz de la Tierra. No obstante, los datos precisos recabados por el HAWC determinaron que la cantidad de estas partículas que emiten ambos puntos no corresponden con el exceso observado en nuestra atmósfera.
Avances en la investigación
Los positrones son partículas con una carga contraria a los electrones, elementos constitutivos del átomo. Su presencia en la atmósfera terrestre no representa un peligro para la vida del planeta, son indicadores de objetos cercanos –como los pulsares- o materia negra, según las teorías al respecto.
El titular de la Dirección General de Cómputo y Tecnologías de la Información y Comunicaciones de la BUAP y especialista en la materia, Humberto Salazar Ibargüen, explica que los avances en la determinación de lo que es la materia negra y cómo analizarla podrían ser, a largo plazo, líneas de investigación para su aprovechamiento.
En la actualidad, los nuevos datos sobre radiación solar y rayos gamma son útiles en el ámbito de las telecomunicaciones y dispositivos electrónicos.
Asimismo, indicó que, aunado a la participación de la BUAP en la construcción del HAWC, en el volcán Sierra Negra de Puebla, en el que estudiantes de licenciatura, maestría y doctorado analizan los datos recogidos por el sistema, el cual llega a acumular alrededor de 2 terabytes de información al día.
Editado por Lizeth Pérez Morales