Dos estacionamientos disuasorios serían habilitados en los barrios de Analco y San José para que los autobuses turísticos ya no ingresen al zócalo de Puebla o las calles aledañas, pues esto implica daños a las lajas y afectaciones al tránsito.
Como parte del nuevo reglamento turístico que están formando los regidores, el cual plantea prohibir el paso de autobuses y vehículos de gran tamaño a las calles más céntricas, la Comisión del Centro Histórico planteó la construcción de los dos aparcamientos.
A falta de recursos gubernamentales, el proyecto correría a cargo de la iniciativa privada, pero la Comuna se encargaría de gestionar los permisos y facilitar la adquisición de los espacios, adelantó Félix Hernández Hernández, presidente de la comisión.
En varias mesas de trabajo –afirmó-se ha abordado el tema y ha sido respaldado por los regidores, por lo que se espera que la propuesta sea formalizada y aprobada en los próximos días para que comience la ejecución.
No a estacionamientos subterráneos
Los estacionamientos disuasorios son lugares cercanos y con accesos al centro de las ciudades, con el fin de mejorar la movilidad e inhibir el exceso de autos, contaminación y ruido.
En este sentido, Hernández Hernández agregó que los espacios serán privados, pero tendrán zonas para todo tipo de autos, no solo para autobuses turísticos.
De igual forma, enfatizó que serán a nivel de piso y no subterráneos, pues los segundos requieren de mayor inversión, tiempo de construcción y permisos federales.
Esto en alusión a lo declarado por Sergio Vergara Berdejo, gerente del Centro Histórico, quien anunció que se construirían dos estacionamientos subterráneos en San José y en el Paseo Bravo.