Con un ritual que incluyó una purificación y plegarias a las deidades de la tierra, Andrés Manuel López Obrador se convirtió en el primer presidente de la República que recibe el bastón de mando de los 68 pueblos indígenas y afrodescendientes de México.
“Aquí está el Bastón de Mando, el símbolo con el que usted conducirá al pueblo de México”, le dijo a López Obrador un representante de la comunidad de Ayutla, en Guerrero, quien le advirtió que los pueblos originarios reconocerán su autoridad siempre y cuando los tome en cuenta para sus proyectos y los trate como población prioritaria.
En la ceremonia realizada este sábado en el zócalo de la Ciudad de México, donde se congregaron al menos 150 mil personas, López Obrador y su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, recibieron una purificación con inciensos y ramos aromáticos, así como flores y diversos amuletos para protegerlos de malas energías durante sus próximas labores.
Uno de los integrantes de la delegación de pueblos indígenas dio a López Obrador una cruz y se hincó ante él conmovido en lágrimas, a lo que el mandatario respondió hincándose también.
Asimismo, levantaron plegarias hacia los rumbos del norte, del sur, del este y del oeste, así como a la diosa Tonantzin, para que “nadie se quede sin alimento”.
Editado por Luis Alberto Palacios