Tras el ataque a una casa de priistas en Acolihuia, Chignahuapan, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) confirmó la muerte de dos militantes — Fernando Herrera Silva y Lázaro González Hernández—y exigió a las autoridades investigar el caso.
Lo anterior, a través de un comunicado de prensa, donde el tricolor refirió que el ataque fue perpetrado “en domicilio particular de nuestros compañeros” en dicha junta auxiliar y señaló que, además de los fallecidos, hay “dos personas gravemente lesionadas”.
En este sentido, ofreció “condolencias a los familiares de las víctimas” por un crimen que –consideró– afecta al “priismo poblano”.
Asimismo, exigió a las autoridades correspondientes “esclarecer” este hecho, así como otros incidentes violentos registrados en la jornada electoral.
Reprueba compra y coacción del voto
En otro tema, el tricolor reprobó que los “reportes sobre irregularidades compra de votos, actos intimidatorios, coacción y robo de urnas” fueron las constantes por parte de “observadores, representantes y ciudadanos”, aunque se reservó señalar responsabilidades por estos ilícitos.
Indicó que, “en su momento, y una vez que las instancias autorizadas emitan los resultados oficiales”, fijará una posición al respecto.
Por ahora, el partido –refirió– se dedicará a integrar “las denuncias correspondientes y presentarlas ante la autoridad electoral para que se investigue a fondo y emita la resolución, que exigimos, sea en irrestricto apego a derecho”
Editado por Luis Alberto Palacios