De notarios impunes, funcionarios misóginos y aspirantes a dirigentes del PRI
Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, señala que ahora que la administración del gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta ya anunció una cruzada contra los notarios públicos que se han prestado a transas como la escrituración de casas y terrenos en perjuicio de sus legítimos propietarios, el otorgamiento de poderes para actos de dominio falsificando firmas o resucitando personas, no estaría mal que comenzara por aquellos que concentran el 70% de las quejas en la Dirección de Archivos y Notarías, a saber.
El notario número 35 de Puebla, Ernesto Zambrano Ramos, la notaría 1 de Huejotzingo, Silvia Hernández Aguilar, el notario 1 de Tepeaca, Paulo Javier Rodríguez Cantellano, y el notario 5 de Huejotzingo, Alejandro Romero Carreto.
Las quejas contra estos notarios vienen desde el sexenio de Rafael Moreno Valle, sin que la Dirección de Archivos y Notarías que antes dependía de la Secretaría General de Gobierno o la Secretaría de Gobernación, y ahora de la Consejería Jurídica, hayan hecho algo efectivo y eficaz para sancionar a estos fedatarios públicos que al día de hoy gozan de impunidad pese al cúmulo de denuncias en su contra.
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Anote el nombre del ex presidente municipal de Quecholac, Néstor Camarillo Medina, como uno de los aspirantes serios a la dirigencia estatal del PRI, en caso de que el Comité Ejecutivo Nacional de este partido decida no apoyar la continuidad de Lorenzo Rivera Sosa al frente de la presidencia del Comité Directivo Estatal.
Néstor Camarillo fue vicepresidente de la Conferencia Nacional de Municipios de México y candidato del PRI a diputado federal por el distrito de Ajalpan en las elecciones de 2018.
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¿Cuál es la alternativa para Morena?
Tania Damián Jiménez en su columna Coordenada, publicada en Ángulo 7, indica que este miércoles, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Tepjf) determinó anular el proceso interno para designar a los dirigentes estatales y al nacional de Morena por contar con un padrón recortado y no confiable.
Lo anterior después de decenas de impugnaciones hechas por militantes que no pudieron participar en las asambleas distritales al no encontrarse en dicho padrón.
La decisión del Tepjf estuvo fundamentada, pues pese a que la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de dicho partido se comprometió a depurar y actualizar el padrón antes de realizar los congresos distritales, no lo hizo, además de que según el artículo 24 de sus estatutos, el padrón que debe utilizarse para los procesos de renovación debe cerrar un mes antes de los mismos y no uno o dos años antes, como sucedió en este caso, que se utilizó hasta el del corte del 20 de noviembre de 2017.
Por otro lado, se canceló el 27 por ciento de estas asambleas en el país por diversos motivos, desde falta de quórum legal hasta por agresiones y violencia, mientras que prácticamente en el resto, que sí se realizaron, hubo impugnaciones, al acusar que hubo irregularidades, como acarreo y compra de votos.
Así, con este fallo judicial, también se les dio la razón a los militantes que reclamaron dichas anomalías.
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Los tres posibles paraderos de Juan Carlos Lastiri
Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, señala que hasta ayer por la noche nadie sabía del paradero de Juan Carlos Lastiri Quirós, un hombre clave en las tramas de corrupción que protagonizó Rosario Robles Berlanga en el sexenio peñista, lo cual ha desatado la especulación de que en realidad los desaparecieron o él mismo se hizo desaparecer, como parte de una estrategia para evitar que prosperen las investigaciones sobre los más de 11 mil millones de pesos que hubo de anomalías en la Sedeso y Sedatu, en donde ambos personajes fueron las cabezas de esas dependencias.
Sin duda, cualquiera que pueda ser el paradero de Lastiri, la manera en que ha ocurrido su desaparición –luego de haberse confirmado que no fue detenido por la Fiscalía General de la República, tal como se dijo originalmente– va a provocar un escándalo o una crisis política para los gobiernos de Morena.
El principal error cometido es el silencio inexplicable que guardó –a lo largo del miércoles pasado– el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Es un yerro similar –guardadas las proporciones– al que se observó con el fallido operativo para aprehender a Ovidio Guzmán, uno de los capos del Cártel de Sinaloa.
La administración lopezobradorista aunque ha ofrecido mucha información puntal de lo que ocurrió en dicho acontecimiento del pasado 17 de octubre, se provocó un severo problema de credibilidad para el gobierno federal por no hablar del tema con claridad y precisión en los días posteriores a la cuestionada liberación del líder criminal.
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El rectorcito Esparza ahora le ruega a Barbosa (su firma)
Arturo Rueda en su columna Tiempos de Nigromante, publicada Diario Cambio, indica que el rectorcito Alfonso Esparza anda muy nervioso, pues las puertas de Casa Aguayo nada más no se abren para él. Ya le entró la desesperación porque si antes fue altanero con el gobernador Barbosa, ahora le urge su firma para poder seguir llenando sus bolsillos de dinero.
El representante de la BUAP, cargado de culpas inconfesables, sigue sin tener interlocución. Una interlocución que le urge para que le firmen un convenio que le garantiza más dinero federal, pero también del gobierno de Puebla. Se ve difícil que se lo firmen.
De nada sirvió que Beatriz Gutiérrez Müller fuera utilizada como escudo el día de su Segundo Informe de forma infamante, usando la fotografía en la que la compañera del Presidente le alza la mano.
Tampoco sirvió de nada que, otra vez, el Consejo Universitario lo exonerara por el caso Lobos BUAP, pues el escándalo de desvíos por 466 millones de pesos a una asociación civil que presidía su hija Luza ya pertenece a otra instancia, la Fiscalía General del Estado a través de la Fiscalía Anticorrupción. Ahí se desarrollan las investigaciones.
La relación entre Alfonso Esparza y el gobernador Barbosa sigue en punto muerto. Ni para atrás ni para adelante.
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Crónica de un Secuestro (El Reloj que Mide el Tiempo de Juan Carlos Lastiri)
Mario Alberto Mejía en su columna La Quinta Columna, publicada en 24 Horas Puebla, señala qué comedia de confusiones.
Primero se habló de un “levantón”.
Luego de una aprehensión.
Hoy otra vez se habla de lo primero.
Levantón igual a secuestro.