Los Boy Scouts de América (BSA, por sus palabras en inglés) presentaron este martes una solicitud para declararse legalmente en quiebra, con lo cual buscan compensar económicamente a las víctimas que sufrieron abuso sexual durante su estancia con ellos.
Jeff Anderson, abogado defensor de las víctimas, declaró en su momento que habría más de 12 mil miembros que fueron víctimas de abuso desde 1944 y acusó que dentro de la organización existen más de 7 mil 800 abusadores.
Se estima que el dinero necesario para indemnizar a las víctimas alcanza los 920 millones de euros –unos mil millones de dólares— y en caso que los BSA no logren cubrir las demandas se verían obligados a vender sus propiedades, entre ellas campamentos y zonas de senderismo.
Por su parte, la organización aseguró que la bancarrota no afectará los programas de la organización y añadieron que estarán “a la altura de su responsabilidad social y moral para compensar justamente a las víctimas”.
Fuente: El País
Editado por David Celestino