Ícono del sitio Ángulo 7

Alumnos de BUAP, adaptándose a nueva normalidad de clases presenciales

Alumnos de BUAP, adaptándose a nueva normalidad de clases presenciales
Alumnos de BUAP, adaptándose a nueva normalidad de clases presenciales. Foto: Paola Macuitl/Ángulo 7

A tres semanas de que la BUAP comenzó con el regreso a las aulas en sistema escalonado, la comunidad estudiantil sigue los protocolos de ingreso y estancia en Ciudad Universitaria (CU), aunque a los profesores se les complica transmitir, desde los salones, las clases a distancia.

En un recorrido de Ángulo 7, se observó que el estudiantado cumple con las normas, como el uso de cubrebocas permanente, y procura evitar aglomeraciones en las instalaciones de CU; si bien el acceso es por medio de un código QR, personal de seguridad comentó que en caso de tener algún problema con dicho requisito electrónico, los datos como nombre, matrícula y facultad son pedidos para tener un registro.

Las y los estudiantes se muestran cooperativos con los protocolos, incluso antes de llegar a la puerta deciden preparar su código para ingresar de manera rápida, de igual forma, procuran no quedarse a platicar a las afueras de la institución, como solía hacerse antes de la pandemia de Covid-19.

Contrario a los años anteriores de la pandemia, cuando prácticamente cualquier persona podía ingresar a CU, con el regreso a clases presenciales, el acceso a las instalaciones está restringido únicamente para personal universitario y alumnos identificados con dicho código, que es leído en todas las entradas a la institución.

Al menos en la puerta 13, inmediata a las facultades de ingeniería, personal de seguridad mencionó que diariamente ingresan por lo menos 500 alumnos por esa puerta, el personal de seguridad destacó que el estudiantado es responsable en el uso permanente de cubrebocas para evitar un contagio de Covid-19.

Otra oportunidad para volver a estudiar

Valeria, que en esta semana se reincorporó a clases presenciales en Ciudad Universitaria, comentó que se encuentra feliz con el regreso físico, pues para ella estudiar a distancia era complicado, debido a que en su casa viven muchas personas, quienes solían ser un distractor.

Problemas como el ruido excesivo de quienes viven con ella, labores en la casa o cuidar a sus hermanos, eran una constante, por lo que confesó que incluso hubo ocasiones en las que por más que lo intentaba, las tareas del hogar no permitieron que tomara clases en línea.

Para Valeria, la pandemia de Covid-19 significó un cambio de carrera, pues mencionó se dio de baja de la carrera de Economía para ingresar a Actuaría. Con el regreso a clases, mencionó que se siente más cómoda y sabe que podrá aprovechar mejor las cátedras.

La joven compartió también que para su carrera decidieron dividir los grupos en dos, por lo que uno asiste una semana continua y el otro descansa; de esa manera se rota al estudiantado para evitar aglomeraciones en los salones.

Agregó que la instalación de cámaras para transmitir las clases a distancia es un tanto complicada para los maestros, pues tienen que prestarles atención tanto a quienes están de manera presencial y en línea.

No obstante, dijo que los docentes comentan que también se sienten mejor por regresar y ver a sus alumnas y alumnos tras dos años de impartir clases a distancia por la pandemia de Covid-19.

R: DJ

Salir de la versión móvil