Tener un vicepresidente en México garantizaría la estabilidad política del país en caso de ausencia del presidente de la República, pero el cargo también podría fortalecer el presidencialismo al servir de preparación para el siguiente mandatario indefinidamente.
Así lo expusieron expertos en Derecho y política durante el Parlamento Abierto para la Reforma Electoral, organizado por la Junta de Coordinación Política (Jucopo), expertos abordaron la figura de la Vicepresidencia Federal en México y su viabilidad, donde se expusieron argumentos a favor y en contra.
Miguel Ángel Sulub Caamal, presidente del Comité Directivo de la Barra Mexicana de Abogados, expresó que está a favor de que “se ponga sobre la mesa la figura de vicepresidente y que, en dado caso, se concrete en el texto constitucional”.
Asimismo, consideró que por los contextos y configuración política que existe dentro del Congreso de la Unión y por el comportamiento que despliegan quienes ejercen el poder, es necesaria la figura de la Vicepresidencia.
Agregó que esta figura se debe ver como acompañamiento al presidente de la República, que garantice la estabilidad en el país en caso de faltar el titular del Poder Ejecutivo.
Además, refirió que al hablar de la figura del vicepresidente se pretende fortalecer la vida institucional y la funcionalidad de la estructura gubernamental, de tal forma que ante el cantidad de asuntos que tiene a su cargo el Presidente sea acompañado por esta figura.
Antonio Tenorio Adame, profesor de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), expresó que la figura del vicepresidente en algunos países funciona como incubadora del siguiente mandatario, para que se prepare y adquiera prácticas del gobierno interior, pero “en México los candidatos son improvisados y tenemos un éxito democrático con una reforma que sirve a los partidos para presentar candidatos ineptos”.
Se pronunció en contra por considerar que es una figura insuficiente, y aunque daría certeza sobre quién sustituiría al Presidente en caso de falta definitiva, México tiene un régimen presidencial, por lo que reiteró que se debe analizar si fortalecería o disminuiría al presidencialismo.
Planteó impulsar la “parlamentarización del Ejecutivo” para que el Congreso tenga más control, y desarrollar espacios en que los candidatos se puedan probar. El problema, subrayó, es cómo y a quién se elige, y cómo se debe utilizar la discusión para que los partidos incuben un buen seleccionado.
Arturo Ramos Sobarzo, abogado de la Escuela Libre de Derecho, expresó estar en contra de la figura de la Vicepresidencia porque “estudiosos de los sistemas electorales manifiestan que está lejos de ser un mecanismo que solucione problemas”.
Agregó que a pesar de los candados existentes para que un vicepresidente no ocupe de manera inmediata en una elección la presidencia, está latente la posibilidad de llegar al cargo por la idea de la sustitución, lo que genera competencia y rivalidad entre los cargos.
RE: LPR
Editado por Istfan AC