El domingo pasado Marcelo Ebrard Casaubón visitó Puebla en sus eventos no reunió a la cúpula morenista y se evidenció que el estado el ex canciller en el estado no tiene la simpatías necesarias para ganar la candidatura.
El viernes veremos a Claudia Sheinbaum y el domingo a Adán Augusto López, quienes vendrán a “mostrar el músculo” y en la fuerza de la movilización y las estructuras podremos encontrar al favorito de las elites poblanas para suceder a Andrés Manuel López Obrador.
Y es que percepción es realidad, quien crea que los grandes mítines, la movilización de personas, la presencia de las figuras representativas de los partidos está pasado de moda, se equivoca.
El electorado no vota por un candidato que le habla a sillas vacías, que no emociona en un discurso ante miles de personas que le gritan, abrazan y vitorean.
Si la apuesta es a ganar, preferirán que los acusen por utilizar las prácticas del pasado, que generar una percepción de que llegan a un estado en el que no tiene el respaldo de la gente.