Alma Aguilar Funes, licenciada en comunicación por la UNAM, denunció la profanación de restos óseos de su padre en 2022, en el panteón San José Iztacalco, de la alcaldía Iztacalco. Hasta la fecha nadie le ha dado respuesta.
Aguilar Funes dejó de visitar la tumba de su padre, quien falleció en 2017, por cuestiones de trabajo en junio de 2022. Sin embargo, cuando fue a visitar la tumba de su padre “el día del padre”, encontraron que otro difunto ya ocupaba el lugar donde se encontraba la lápida de su fallecido.
Se dirigió a las autoridades y sepultureros, no obstante nadie le dio información al respecto. Enrique Lira, uno de los encargados del lugar mantuvo comunicación con ella, sin hacerse responsable de los actos.
Uno de los sepultureros al que le apodan “el Chino”, le comentó a la víctima, que a ellos les dan las órdenes de sacar los restos óseos, meterlos en bolsas para guardarlos en una bodega, misma que se ve, en un video que circula en redes, hay objetos que llevan bastante tiempo arrumbados, llenos de polvo.
Las supuestas bodegas donde guardaban los restos que sacaban por “error” es un cuartucho donde sólo hay escombros y dos o tres bolsas negras. 👇 pic.twitter.com/AtXDcP5hVj
— Alma Aguilar Funes (@AlmaFunes) August 11, 2023
Las autoridades del cementerio quisieron hacer responsable de los hechos a Alma, al adjudicarle que no había actuado de manera legal, que tenía que meter una demanda para que le pudieran hacer caso.
El responsable directo del lugar, Juan Caballero Velázquez, informa Alma Aguilar, se conoce que ha permitido la sustracción de restos óseos, incluso que se pudieran realizar fiestas al interior del camposanto. El lugar cuenta con 20 denuncias interpuestas por el robo.
En México es común el robo de huesos de los cementerios. Los estudiantes de medicina los adquieren de manera “clandestina” para poder efectuar sus prácticas, pues lo encuentran más barato que en el mercado legal; sin embargo, dado también la diversidad de creencias desarrolladas en nuestro país, los huesos humanos también son utilizados para realizar rituales de santería.
Las autoridades no han tenido nada de humanidad ni decoro, sus comportamientos han sido indignos, con total descaro, les dijeron a Alma y su familia que “Por mala suerte su padre fue sacado hace un año, es muy probable que ya no lo encuentren”.
Alma el 8 de julio en el Juzgado Cívico de Iztacalco, emitió la denuncia correspondiente en dónde acusa a administradores y al apoderado. “Pues los servidores públicos están para guiarnos, para cuidarnos, no para esconderse ni para acusarnos”, sentencia.