Mtro. Víctor Manuel Meléndez Rodríguez*
Los museos han estado vinculados de una u otra manera a la vida de la sociedad y han evolucionado a lo largo de diferentes etapas. Su origen se encuentra en el coleccionismo, que fue desarrollado en distintos tiempos de la historia con el propósito de recopilar objetos raros, armas, herramientas y utensilios provenientes de las diversas conquistas e intercambios culturales. Con el paso del tiempo nacieron las galerías, lugares especializados mayormente en el arte y la ciencia. No es hasta la segunda mitad del siglo XVIII y la primera del XIX que se producen los primeros espacios museales, en Europa mayormente y posterior en los Estados Unidos de Norteamérica.
Una de las funciones sustanciales para los espacios museales modernos es, sin duda, la conservación, difusión, preservación y mantenimiento del patrimonio cultural que albergan; sin embargo, en el entorno que hoy estamos experimentando, estos espacios tienden a desarrollar muchas más actividades que no solo se restringen al resguardo patrimonial y al incremento del número de visitantes como en el caso local. Los museos en Puebla deberían ir mucho más allá.
Algunas tendencias significativas son: propiciar un mayor acercamiento con investigadores y coleccionistas; generar estrategias creativas para contribuir a la formación de públicos diversos que puedan visitar de manera más informada los espacios museales poblanos; favorecer la sustentabilidad y sostenibilidad de los recintos y colecciones artísticas y culturales.
Los espacios museísticos modernos son relevantes no solo por el cuidado, preservación mantenimiento y difusión del patrimonio, sino también porque representan elementos importantes para el engranaje social, cultural, económico y turístico en diversas ciudades del mundo y Puebla no es la excepción.
Estos lugares representan para la vida social espacios recreativos y de aprendizaje, pero también de reproducciones simbólicas y prácticas culturales que cohesionan identidades. El caso de Puebla tiene la gran ventaja de que buena parte del patrimonio museal se encuentra ubicado en edificios históricos, íconos del virreinato y de la Puebla moderna.
Los espacios museísticos modernos deben concebirse en una nueva dinámica con la sociedad, para favorecer mejores resultados con sus visitantes, así como también generar espacios sociales atractivos, dinámicos, estéticos, que logren favorecer las experiencias museales significativas, dentro del mercado del ocio y del entretenimiento; lo que no deja de ser un reto para captar nuevos públicos y para desarrollar toda una cultura museal en una ciudad que es patrimonio de la humanidad.
Es importante señalar que existen retos y oportunidades que enfrentan estos espacios en Puebla; lo primero será generar cambios significativos en cuanto a la manera de vinculación e interacción de los museos con su comunidad; en su dinámica de oportunidad, será transformar la manera en cómo los espacios museales deberán gestionarse desde sus propios espacios organizativos, para dinamizar la información, los sistemas tecnológicos que hoy están a la mano y la gestión interna; todo esto para mejorar su gobernanza y posicionar una mejor imagen que vaya más allá de la frialdad de números presuntamente a la alza.
Cuando en los museos de Puebla se dejen de contar sólo visitantes y actividades, empezaremos a pensar en un avance que nos aleje del ostracismo. Sin duda, queda mucho por hacer.
*Profesor Investigador de Tiempo Completo la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Maestro en Administración de Pequeñas y Medianas Empresas BUAP. Actualmente desarrolla una investigación sobre “La Comunicación Estratégica en Espacios Museales Contemporáneos”
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