Humberto Sotelo

Aunque detesto la frase que sostiene que “una imagen vale más que mil palabras”,  en algunas ocasiones no deja de ser verdadera :   véase al respecto la inefable foto aparecida el sábado en los medios de comunicación unas horas después de que Mario Delgado anunciara que Pepe Chedraui había resultado el triunfador en la “encuesta” elaborada por Morena para decidir acerca del candidato de ésta a nuestra ciudad capital.

   ¿Qué es lo que vemos? En primer término a una Liz Vilchis radiante,  con unos  tenis blanquísimos al mejor estilo de los que usaba Claudia Rivera en sus tiempos de alcaldesa. En su rostro podemos leer la frase : ¿ya ven que sí funcionó la señal que envié para “destapar” a Pepe? ….Y parece agregar :  “aunque casi nadie en Morena me  acepta debido a mi carencia absoluta de militancia política en esa organización, poseo lo principal : esto es, ser una portadora del ‘contagio’ que implica estar cerca del Presidente de la República” (“Contagio” es el vocablo que designa Elías Canetti para referirse a uno de los principales atributos del poder).

Unas filas atrás podemos apreciar a una Claudia Rivera y a un Alejandro Carvajal con unas sonrisas forzadas, que parecen emitir la frase : “Chin, ¿y ahora qué haremos para justificar ante nuestros simpatizantes la declinación de nuestras aspiraciones a la presidencia, sometiéndonos del modo más indigno que se pueda concebir a las disposiciones de la nomenklatura de Morena?” (tenemos dudas de que una diputación baste como consuelo).

Una fila atrás, a la izquierda, vemos a un Gabriel Biestro y a un Rodrigo Abdala con sendas sonrisas desgarbadas, como resultado de su convicción de que no tenían nada que hacer en la contienda, salvo contribuir un poco a su legitimación, de modo parecido al papel que jugó Adán Augusto López (que por cierto aparece más al fondo) en el “juego de las corcholatas” en el que terminó triunfando Claudia Sheinbaum Pardo.

En la segunda fila vemos a Mario Delgado, con su característica sonrisa de burócrata feliz de haber actuado de acuerdo a las instrucciones recibidas por su jefe (no se lo digan a nadie, pero no cabe duda que éste es el mismísmo Amlo).

Aparecen también otros personajes (como Olga Romero Garci-Crespo y Nora Escamilla) cuyas sonrisas no vale la pena comentar, ya que pareciera que están a punto de desvanecerse como la sonrisa del Gato de Cheschire ( el que aparece en Alicia en el País de las Maravillas).  

Cosa curiosa,  el único que  muestra  una sonrisa sincera es Pepe Chedraui, quien parece decir :   “Yo no tengo nada de morenista  (salvo mi chamarra, ue en verdad es superguinda)…pero yo sabía de antemano que estaba condenado a ganar, no precisamente por la señal enviada por Liz Vilchis sino por el respaldo del mismísimo presidente de la República, quien comprende que necesita de personajes como yo, provenientes de la derecha…..¡para derrotar a la derecha!).

Estamos convencidos de que dicha foto será un testimonio incontrovertible de la traición de Morena a sus principios y valores (hasta hace poco quasi sacrosantos).

Será testimonio también del tránsito de la Puebla de Zaragoza a la “Puebla de los chapulines”.

Y, desde luego, será un testimonio del predominio en Morena de una clase política  mediocre, que no ha sabido estar a la altura de la exigencia de sus bases de convertir a nuestra entidad en un baluarte de la transformación política y social.

Habría, sin embargo, que evitar el pesimismo :  tarde o temprano habrá que retomar el tirso de la Puebla de Zaragoza, la bandera de la Puebla que derrotó a la derecha en algunos de los capítulos más célebres de la historia.

Como escribió Gramsci :  frente “al pesimismo de la inteligencia hay que oponer el optimismo de la voluntad”, que tanta falta nos hace en estos tiempos oscuros, donde pareciera  que  todos los resquicios de la libertad y el pensamiento avanzado están plenamente cerrados”.

Esperamos que, a corto o mediano plazo, las bases morenistas auténticas emprendan un programa encaminado a recuperar los valores y principios de nuestra organización, enviando a los chapulines al basurero de la historia.

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.