La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que “no está cerrado” el caso de Ernestina Ascencio, indígena que sufrió un ataque sexual por miembros del Ejército mexicano. Adelantó que explicarán las razones por las que el gobierno aceptará de manera parcial la resolución sobre la violación a los derechos humanos.
Ante la pregunta sobre la postura que asumió el Estado mexicano ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Sheinbaum aseguró que hay solidaridad Ernestina Ascencio.
Adelantó que Arturo Medina Padilla, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, explicará las razones jurídicas que el gobierno expuso ante la CIDH.
Este jueves, durante la audiencia en el pleno de la CIDH por el caso Ascencio, la representación del gobierno de México afirmó que no hay evidencia que confirme la participación de soldados en la violación.
Ante los jueces del organismo internacional, Pablo Arrocha Olabuenaga, consultor jurídico de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), planteó que no haya responsabilidad para los soldados.
A la par del posicionamiento de Arrocha Olabuenaga, la embajadora Jennifer Feller Enríquez, señaló que el Estado mexicano admitirá de manera parcial su responsabilidad.
Con esa posición, el gobierno de México admite que negaron la justicia a Ernestina Ascencio y el acceso a la salud.
¿Qué pasó con Ernestina Ascencio?
Ernestina Ascencio, mujer náhuatl de Veracruz, murió el 26 de febrero de 2007. Su descenso es consecuencia de una violación por parte de elementos del Ejército; el ataque ocurrió en Tetlatzinga, en la Sierra Zongolica.
De acuerdo con los informes médicos, Ernestina murió a consecuencia de una hemorragia por perforación de recto y fractura de cadera.
Pero ante las presiones de las autoridades de gobierno de Veracruz, entonces gobernado por el priista Fidel Herrera, los médicos y forense que atendieron el caso cambiaron la causa de muerte de Ernestina.
