Los penales de Acatlán de Osorio, Libres, Tecamachalco, Zacapoaxtla, Huejotzingo y Tehuacán fueron reprobados por la CDH, debido a que se detectaron deficiencias como falta de espacios de recreación e instalaciones con poco acceso a salud, educación y poco higiénicas.
Lo anterior, de acuerdo con el Diagnóstico de Supervisión Penitenciaria 2024, que dio a conocer la Comisión de Derechos Humanos (CDH), tras haber visitado entre junio y agosto del año pasado los 17 reclusorios del estado, incluido el femenil, el de adolescentes y adultos mayores.
De acuerdo con la presidenta de la CDH, Rosa Isela Sánchez Soya, este diagnóstico se basó en las encuestas y entrevistas con los directivos de los ceresos, entrevistas con las personas privadas de su libertad para escuchar sus necesidad o arbitrariedades que hubiera, así como las visitas a las instalaciones.
De acuerdo con el documento, el penal de Huejotzingo es el que peor está, con una calificación de 4.8, en una escala del 1 al 10; ya que había 238 internos, cuando su capacidad es de 177, por lo que hay una sobrepoblación; tiene deficiencias higiénicas en los sanitarios con riesgo a la salud.
También, las instalaciones eléctricas representan un riesgo de incendio ante las malas condiciones en que se encuentran, hay insuficiencia de agua caliente; adaptaciones en los dormitorios de tres o hasta cuatro niveles generando hacinamiento y atención médica deficiente.
Después está el penal de Zacapoaxtla, con 5.1, ya que tiene falta de mantenimiento, pues hay áreas con humedad, lo que puede ocasionar enfermedades respiratorias; el área de atención médica no cuenta con personal responsable, generando falta de acceso a la salud.
De igual forma, se tienen deficiencias en los talleres laborales por la peligrosa exposición de cableado eléctrico, lo que puede ocasionar accidentes, además de que la jornada es extensa, al estar trabajando todo el día, y la remuneración es muy baja.
Penales de Puebla: CDH detecta sobrepoblación
En tanto, el Acatlán de Osorio obtuvo el 5.7 de calificación, pues tienen sobrepoblación, ya que cuenta con 85 y solo cuenta con capacidad para 50, y aunque disminuyó en comparación con lo que tenía en 2023, esto representa hacinamiento y tiene problemáticas de ventilación en el dormitorio.
Tiene áreas sanitarias en mal estado, así como malas condiciones en la zona de cocina, mientras que las instalaciones eléctricas están deficientes con cables expuestos y riesgo de incendio, por lo que es una situación que se debe atender.
Por su parte, el penal de Libres igual recibió el 5.7, debido a que el número de reos ha subido, generando insuficiencia de espacios en los dormitorios y con mala ventilación, así como falta de instalaciones en los baños, las regaderas no funcionan y falta de medicamentos.
De igual forma, el área de cocina está en mal estado; la explanada principal representa un riesgo por la existencia de cables eléctricos sueltos y carecen de comedor, por lo que deben adaptar mesas y eso puede provocar problemas de salud.
En el caso que expone la CDH es el penal de Tecamachalco, su calificación fue del 5.9, debido a que tiene poco personal para el cuidado de 142 internos, ya que solo son 12 elementos de seguridad y custodia vigilando el cereso, divido en tres turnos, es decir, cada efectivo se hace cargo de 40 reclusos.
Hay falta de material médico y medicinas; carece de división para personas procesadas y sentenciadas; falta de higiene en el área de los baños; riesgo en las escaleras ante el desgaste que han tenido porque son muy verticales y no cuenta con espacios para comedor y cocina.
Mientras que el cereso de Tehuacán igual recibió el 5.9, ya que el estado de fuerza que tiene no es suficiente para brindar la seguridad y custodia de las instalaciones que albergan a 662 personas; y se tiene poco personal en el consultorio médico, generando falta de atención en salud.
Sumado a que el personal no está capacitado en materia de derechos humanos, generando acciones lesivas en agravio de los reclusos.
San Miguel pasa, pero con observaciones
Otro de los penales que la CDH considera “malos” es de San Miguel que, si bien obtuvo calificación de 6.6, tiene observaciones como que sólo hay dos custodios para vigilar a 200 internos; escaso suministro de agua; difícil acceso para el área de salud donde esperan hasta dos horas para ser atendidos, así como la falta de camillas para el traslado de enfermos.
Además, en la temporada de lluvia hay encharcamientos al interior de las celdas, que podía generar enfermedades a quienes duermen en el piso, aunado a que los dormitorios se encuentran sucios, principalmente el área de sanitarios, y falta de higiene en ventilación.
La misma situación, menciona la CDH, es la del penal de San Pedro Cholula, que tiene una calificación de 6.5, pero que reportó una población de 451 internos, entre ellos seis extranjeros, cuando sólo hay espacio para 226, lo cual significa un riesgo potencial en materia de seguridad y protección civil.
Los otros penales fueron el de Tepeaca con 6; el femenil de Ciudad Serdán con el 6.2; los de Huauchinango, Teziutlán y Xicotepec de Juárez con el 6.6 y el de Tepexi de Rodríguez con el 7.2, mientras que el menor evaluado es el de Tlatlauquitepec con el 8.4 de calificación.
En tanto, los Centros de Internamiento Especializado para Adolescentes, mejor conocido como Ciepa, tiene 8.3 puntos y el de Adultos Mayores Privados de la Libertad con Enfermedades Crónico Degenerativas y con Discapacidad (Cepeam), que obtuvo el 7.6. En total, por los 17 reclusos la puntuación promedio fue de 6.5.
Solo hay problema en el de Cholula; se reubicará
Al ser cuestionado sobre este tema, el gobernador Alejandro Armenta Mier comento que esta situación se está atendiendo, pero aseguró que “no hay casos graves” más que en el penal de Cholula, que es el que representa el principal reto debido al hacinamiento y la sobrepoblación.
Dijo que los centros penitenciarios se han redistribuido y se cuenta con una estrategia de cuidados para las actividades delictivas en las que se incurren en torno a los ceresos, y en la que el secretario de Seguridad Pública (SSP), Francisco Sánchez González, se encuentra trabajando.
Por ello, sostuvo que espera que la alcaldesa de San Pedro Cholula, Tonantzin Fernández Díaz, done un predio para iniciar los trabajos de reubicación del reclusorio, ya que éste se encuentra tres calles del zócalo y es necesario que se trasladen los reclusos a otro inmueble.
“No hay un problema digamos grave, no queremos minimizar, pero prácticamente donde tenemos el problema es en Cholula; los centros penitenciarios se han redistribuido y hay una estrategia de cuidados sobre todo para las actividades delictivas. Es el que tenemos con mayor complejidad, y lo estaremos cuidando”, recalcó.