En Dublín, Irlanda, una sucursal de la franquicia Starbucks deberá pagar a una clienta de origen tailandés una compensación de 12 mil euros, después de que una empleada dibujó una cara sonriente de “ojos rasgados” en el vaso de papel del producto.
En Dublín, Irlanda, una sucursal de la franquicia Starbucks deberá pagar a una clienta de origen tailandés una compensación de 12 mil euros, después de que una empleada dibujó una cara sonriente de “ojos rasgados” en el vaso de papel del producto.